Trabajo como orientador en un colegio de Educación Infantil y Primaria y en mi trabajo, la atención a las familias es una de mis prioridades. Suelo comprobar que los padres tienen un buen concepto sobre sus hijos, eso que bromeando decimos que para cada padre y madre, sus hijos son los más guapos y los más listos. Por otro lado, la inmensa mayoría da muestras de incondicionalidad hacia sus hijos.
Sin embargo, también compruebo en mi trabajo que con frecuencia, tienen unas expectativas muy bajas cuando tienen que afrontar determinadas situaciones o conseguir determinados logros.
Poca confianza
Me explico: cuando tratamos de abordar la consecución de ciertos hábitos o situaciones vitales, los padres apostáis bajo por vuestros hijos, y la respuesta suele ser: “no va a poder“, o “no sé cómo va a reaccionar”.
Me refiero a situaciones como las siguientes:
- Abandonar el chupete
- Dejar el pañal
- Dormir solos
- Repetir curso
- Comer solos
- Prepararse la cartera para el día siguiente
- Ir al instituto
- Comer sólido
- Hacer los deberes sin ayuda
- Superar una pérdida
- Hacer su cama
- Vestirse
- Cambiar de colegio
- Y un largo etcétera
Resultó se más fácil de lo que pensábamos
Sin embargo, sois muchos los padres y madres que, cuando lo habéis intentando, y habéis tratado de transmitir seguridad habéis visto que vuestros hijos sí pueden, son capaces… y resulta que todo ha sido más fácil de lo que pensabais.
Por ello os animo a que confiéis en las posibilidades de vuestros hijos, que los contagiéis de esa confianza. Experimentaréis como muchos otros padres, aquello de: “ha sido más fácil de lo que pensábamos”.
Seguro que en esto tenéis experiencia ¿las compartís?
www.jesusjarque.com

No hay comentarios:
Publicar un comentario